By Amanda Chavez | Nov 28, 2015

Porque no vivimos vidas de un solo tema

Cuanto mayor me hago, lo más que una cita en particular de Audre Lorde habla a mí en mi vida cotidiana. En 1982 ella dio a luz su discurso, “Aprender de los años 60” como parte de la celebración del fin de semana de Malcolm X en la Universidad de Harvard. A mitad de la dirección, dice lo siguiente, que ha resonado en mí desde el primer día que lo escuché. “No hay tal cosa como una lucha de un solo tema, porque no llevamos vidas de un solo tema.” El discurso vale la pena leer en total, pero esta línea en particular es una de gran importancia para mí.

Creciendo como un latino-inmigrante en los EE.UU. Nunca realmente sentí como en casa. Al igual que muchos otros, yo sentí como si yo no “perteneciera” ni aquí en este país o en mi país de origen, Colombia.

Aquí siempre fui el extraño, el que tenía el acento, el que tenía el almuerzo “exótico” empaquetado por mi madre, el que tenía tradiciones “extrañas”. Sin embargo, hablar con familiares y amigos en Colombia no ayudó a encontrar un sentido de pertenencia, siempre fui el “americano”, el privilegiado, el de las oportunidades y el que no sabía lo que significaba crecer en Colombiano. A los 5 años de edad ya estaba dividido entre dos mundos diferentes, dos mundos que yo vivía y respiraba, pero que realmente Pertenecía.

Mientras que luché con mi doble identidad al crecer, no fue hasta la Escuela Secundaria cuando llegué a la conclusión de que yo era diferente a muchos de mis amigos. No estoy hablando del hecho de que era indocumentado, aunque yo vine en esa realización durante ese tiempo. Pero yo era diferente. Desde muy joven supe que era diferente, pero no fue hasta la Escuela Secundaria que aprendí la palabra. Yo era gay.

Si yo no lucho viviendo como inmigrante en los EE.UU. Les aseguro de que si luche al crecer como un gay latino, inmigrante. Aquí es donde esa “vida de un solo tema” que Audre mencionó viene en si. No sólo experimenté la opresión que viene con ser un inmigrante en este país, pero ahora tenía que experimentar esto al igual que la opresión de vivir la vida en un mundo heteronormativo. No sólo luchando con la homofobia en los EE.UU., sino también con la homofobia que viene con ser de una cultura muy machista y católica.

No hace falta decir que tuve problemas con esto. Mi identidad, toda mi sentido del yo estaba siendo atacado desde todas las direcciones. Tuve tiempos muy difíciles en encontrar comunidad. Mientras encontré algo de sentido de pertenencia dentro del movimiento de derechos de los inmigrantes cuando empecé a organizar, en realidad nunca sentí seguro de ser yo mismo. Todo mi ser. El movimiento de derechos de los inmigrantes en el momento era muy heteronormativo. Lo curioso fue que a pesar de que sabía que la gente LGBT estaban allí, lo que movía este movimiento y lo conducía hacia adelante, pero sus voces e identidad fueron silenciadas e incluso borradas.

Lo que pasa en la sociedad, también ocurre en nuestros movimientos: organizaciones que dicen hablar en nombre de nuestra comunidad Latinx constantemente nos silencia y nos obligan a ajustarse a las normas que no son las nuestras. Al igual que en la escuela secundaria, somos hechos para sentirnos diferente o que no pertenecemos. Nos vemos obligados a elegir una vida de un solo tema.

Si alguna vez esperamos desmantelar los sistemas que nos oprimen tenemos que pensar fuera de la caja. No podemos aspirar a lograr nuestra liberación usando las mismas herramientas y narrativas que han estado oprimiendo nuestras comunidades durante años. LGBT Latinx han existido desde el principio, ellxs han conducido a nuestro pueblo y han sido una parte integral de nuestras sociedades. Han sido veneradxs e incluso adoradxs en diferentes culturas.

Es hora de que un movimiento que es realmente por y para nuestra comunidad exista. Es hora de que luchamos por la liberación de todos nuestros pueblos. Desde las conversaciones iniciales que condujeron a su creación, Mijente ha tenido LGBT Latinx al frente. Nos ha permitido abrazar nuestras identidades enteras y arrojar esa idea de la lucha de un solo tema a la basura. Por eso yo voy a Chicago en diciembre y es por eso que estoy tan entusiasmado con lo que viene.

Miguel Andrade es un organizador en Philadelphia, PA. Todavía puede aplicar para asistir a Lánzate. Haz click aquí

Stay Connected 
with Mijente news 
and efforts!