por Jacinta Gonález, Truthout
articulo original publicado 17 June 2018
La mejor manera de detener la horrorosa separación de los niños de sus familias en la frontera es poner atención a lo que les está sucediendo a sus padres.
En todo el país, las personas han reaccionado con el enojo y disgusto apropiada ante las imágenes de niños en jaulas y las historias de bebés que los agentes de ICE y la Patrulla Fronteriza les arrancan a sus madres de los brazos. Las comunidades se están organizando para hacer retroceder estos ataques lo mejor que pueden. Es correcto que queremos remediar la crisis inmediata como primer paso, pero debemos ir más allá para poner fin a la crisis por completo.
A lo que menos se le ha prestado atención es que los padres están siendo llevados a juicios penales, enfrentando hasta 20 años de prisión federal por simplemente migrar. Es precisamente este juicio penal por “entrada ilegal” y “reingreso” por parte del Departamento de Justicia que permite que el gobierno se lleve a los niños, los coloque en jaulas o los envíe a vivir con extraños, mientras sus madres y padres están detenidos en prisiones privadas.
El Fiscal General Jefferson Beauregard Sessions tiene un plan claro para el Departamento de Justicia. Este plan incluye el desarrollo de nuevas formas de crear y poner cargos criminales y mandar a las personas a la cárcel, y al mismo tiempo deshacer ciertas reformas positivas que se habían ganado en el área de la policía y la justicia criminal, es como diríamos en español, están haciendo que lluevan palos por todos lados. Llevar a juicio criminal a los migrantes es una parte muy prominente de su plan. Sessions y su equipo están re imaginando y recreando la estructura de la aplicación de leyes de inmigración y la criminalización en este país, de modo que la mayoría de los migrantes pasarán hasta 20 años en cárceles privadas antes de ser transferidos a las autoridades de inmigración y eventualmente deportados con felonías. Sesiones ha dado indicaciones claras de este plan, y su implementación ahora se está acelerando.
Como suele ser el caso con la política de inmigración, las tierras fronterizas de Estados Unidos y México son el laboratorio para la represión. Es fundamental comprender que, como parte de esta agenda, los inmigrantes no solo son procesados en la frontera. Los inmigrantes que fueron detenidos recientemente durante redadas de inmigración en Los Ángeles, Nueva Orleans, Austin, Chicago, Nueva York y Morristown, Tennessee, han sido procesados y acusados criminalmente por el Departamento de Justicia. Estas redadas de inmigración atacan indiscriminadamente a los inmigrantes en sus hogares, en el trabajo o en sus comunidades y se llevan a cabo sin respetar sus derechos civiles y constitucionales. Si este tipo de acción se deja impune, este tipo de procedimientos y el consecuente encarcelamiento de migrantes y la separación de las familias se extenderán a cada rincón de este país. Es imperativo organizar una lucha enérgica para evitar en crecimiento de la persecución de migrantes. Aquí hay algunas soluciones y propuestas claves:
Saquen. A. Sessions
Él puede ser regañado por el presidente Trump de vez en cuando por su inoportuna recusación en las investigaciones de Rusia / Mueller, pero Jeff Sessions nunca ha dado señales de renunciar a su puesto. Está actuando como si estuviese en el Super Bowl, tiene el balón y ve un camino claro hacia su objetivo final: la fortificación y control total de la supremacía blanca en la ley. Sessions y su equipo intentan hacer retroceder la transformación demográfica, social y cultural que está teniendo lugar en los Estados Unidos, sea como sea. Mientras continuemos permitiendo que Jeff Sessions lleve a cabo su plan de usar el Departamento de Justicia como un instrumento para encerrar a las personas negras y latinas, nuestras familias seguirán separadas, los migrantes pasarán sus vidas en prisiones privadas, y los niños seguir siendo encarcelados y perdidos. El Departamento de Justicia debería estar investigando a políticos corruptos, responsabilizando a la policía local por las violaciones de los derechos constitucionales y garantizando que haya justicia en nuestras cortes. Lo que no debe de estar haciendo es ponerle tantos cargos como quiera a las personas por delitos de inmigración y relacionados con las drogas, ni estar separando a los niños de sus padres. En otras palabras, el departamento criminal en el Departamento de Justicia debe dejar de existir.
Sigue el dinero
A medida que vemos que las escuelas cierran y los presupuestos se reducen, los negocios están en auge para las prisiones privadas y la industria que se beneficia del enjaulamiento de personas y cada vez más niños. Estas no son entidades anónimas e innombrables. Así como hay seres humanos en esas jaulas, hay seres humanos que cambian esos cheques y se benefician económicamente. Esto debe exponerse y las personas que se benefician de esta práctica despreciable deben ser un punto de presión y presión. Mientras esto sea un negocio lucrativo, será aún más difícil frenar o poner fin a esta práctica.
Funcionarios electos entren en el juego
No es posible aprobar una ley que beneficie a la comunidad inmigrante dado el actual equilibrio de fuerzas en el gobierno federal. Es probable que no sea posible aprobar una legislación que sea un compromiso de algún tipo. Esto no significa que los funcionarios electos tengan las manos atadas. De hecho, es hora de apoyarse en el hecho de que las soluciones legislativas no están sucediendo pronto y encontrar formas nuevas y mas creativas para intervenir. Específicamente, los miembros del Congreso deberían usar la fuerza de sus oficinas para apoyar los casos de personas que enfrentan un juicio federal.
Retirar mensajes fallidos
Los funcionarios electos deben ser influenciados para llevar las demandas y los mensajes de los movimientos sociales, y no al revés. El movimiento por los derechos de los inmigrantes a menudo ha priorizado el dicho “no dejes que lo perfecto sea enemigo de lo bueno”. Desafortunadamente, esto no nos ha hecho mucho bien. Nos enfrentamos a personas que nos odian por nuestro color de piel, xenófobos y supremacistas blancos, si aún no está claro. Un ejemplo es el viejo argumento a favor de la legislación para proteger a los jóvenes indocumentados, o “Dreamers”. El mensaje de que estos jóvenes deberían estar protegidos porque no vinieron por su propia culpa está volviendo a perseguirnos, porque estas políticas le ponen el blanco en la espalda a los padres y causan daños irreparables a los niños. Además, debemos ser conscientes del hecho de que cada día las familias están separadas debido a encarcelamiento, deportación o servicios de protección infantil. En lugar de alienar a las familias que han sufrido en silencio, nuestros mensajes en este momento deben hablar directamente y aliarse con estas familias que son nuestros aliados más naturales.
Eliminar a ICE
Jeff Sessions no es nuestro único problema. La administración Trump tampoco lo es. ICE es la fuerza policial más grande y opera con un cheque en blanco y sin responsabilidad. El Departamento de Seguridad Nacional y sus muchos apéndices se han disparado bajo la apariencia de seguridad; sin embargo, las innumerables historias de abuso de sus agentes deberían darnos una pausa. Esta agencia debe rendir cuentas, porque seguirá siendo el ganador de la Casa Blanca en 2020.
Debemos llegarle a los planes de esta bola de xenófobos y supremacistas blancos con nuestros propios planes y mucha convicción. Su poder sin control debe ser desafiado ahora, y se necesita una visión y plan a largo plazo para lo que va a suceder con estas agencias, funcionarios y agentes para cuando Trump salga del poder. Si continuamos simplemente exigiendo que las familias se unan, corremos el riesgo de ganar solo la detención familiar y prisiones falsas. Si entendemos que esto es una escalada de las políticas de inmigración anteriores, tenemos que reconocer la conexión innegable de las políticas de Trump con las políticas de las administraciones pasadas, incluidas las del presidente Obama. No podemos simplemente luchar para estar donde estábamos anteriormente. Tenemos que llegar más allá y rebasar las normas si realmente queremos hacer lo correcto por los niños retenidos en la frontera.