Georgia surgió este año como el estado fluctuante clave que nadie esperaba. No solo resultó en una victoria para el presidente Biden, sino que también jugó un papel fundamental en el equilibrio de poder en el Senado con una elección de segunda vuelta. En medio de todo esto, hablamos con Adelina Nicholls, directora de la Georgia Latino Alliance for Human Rights (GLAHR) y GLAHR Action Network, miembro fundadora de Mijente y activista y líder comunitaria de toda la vida, sobre el clima político en Georgia, su propia trayectoria y qué consejos tiene para otres activistas.
TRAYECTORIA
“Soy necia. ¿Verdad? Muy rebelde”, dice Adelina a través de la pantalla de la computadora cuando le pregunto cómo se describiría. “Y en gran medida eso se refleja en el trabajo organizativo. Nunca he pertenecido a ningún partido”.
Adelina comparte que su espíritu no-sumiso se transmite en su trabajo como activista comunitaria. Mexicana de nacimiento, Adelina llegó a Estados Unidos en 1996 sin saber mucho inglés.
“Ha sido una lucha cuesta arriba, aprender inglés”, dice. “Pero algo que me ayuda muchas veces es que soy muy atrevida, aunque también me da dolores de cabeza”.
Adelina ha estado organizando durante unos 20 años y es un modelo para muchos jóvenes activistas latines, especialmente en Georgia. Ella comparte que su comunidad comenzó a reunirse a mediados de 1999 y desde allí comenzó una campaña de licencias de conducir para su comunidad indocumentada.
Conocida como Coordinadora de Líderes Comunitarios cuando comenzaron, cambiaron su nombre en 2007 a lo que ahora conocemos como Georgia Latino Alliance for Human Rights, una organización que educa, organiza y capacita a la comunidad latina en Georgia para defender y promover sus derechos civiles y humanos. Desde 1999, Adelina fue la coordinadora y ahora es la directora ejecutiva de GLAHR.
“No obtuvimos las licencias de conducir, pero fue posible conocer a muchas personas que estaban en todo el estado, particularmente en áreas rurales, e involucrarlas”, dice ella. “Con el tiempo [ellos] crearon sus propios comités, [y ahora] hacen su propio trabajo local en diferentes capacidades, en diferentes niveles”.
LICENCIAS DE CONDUCIR
“La primera vez que me enteré de Adelina Nicholls fue en 2003”, dice Amanda Chavez Barnes, directora digital de Mijente. “Yo era una estudiante de secundaria, una niña con frenos que trabajaba como mensajera de un senador estatal que fue el primer (y último hasta ahora) senador estatal latino en Georgia”.
Para su trabajo como paje, Amanda se sentaba en un pequeño banco en el capitolio, esperando que los cabilderos vinieran a pasar sus pequeños papeles para que ella los dejara en el escritorio del senador para que votara de cierta manera. Una semana, mientras Amanda estaba sentada en ese mismo banco, Adelina llegó con un autobús lleno de cientos de latines, de trabajadores migrantes indocumentados. Muchos de ellos, trabajadores agrícolas del sur rural para protestar por las licencias de conducir para los inmigrantes indocumentados.
“Cuando te digo que no puedo describir lo mucho que me exploto la cabeza”, dice Amanda emocionada. En esos tiempos, Amanda estaba lidiando con una profesora de historia racista que le había dicho a su clase que “nunca iría a México porque había demasiados mexicanos allí”, además de una serie de crímenes de odio que habían estado ocurriendo en su comunidad. Un grupo de estudiantes de la escuela de Amanda fingía contratar jornaleros (en su mayoría guatemaltecos y mexicanos de comunidades mayas) y los llevaba a la fábrica de algodón abandonada en el pueblo para golpearlos con tubos y palos de plomo. Según Amanda, la policía local se negó a procesar estas violencias como delitos de odio, a pesar de que muchas personas terminaron en el hospital y se encontraron cadáveres. De hecho, en 2004, la Corte Suprema de Georgia anuló por unanimidad la ley estatal de delitos de odio.
“Este era el mundo en el que vivía”, nos dice Amanda. “Y en la legislatura estatal, Adelina se aparece con más mexicanos de los que había visto en un solo lugar en toda mi vida. Y no tienen miedo, están ahí parados diciendo que no tienen papeles, que son indocumentados, y no solo no tienen miedo, están exigiendo licencias de conducir”.
Según Adelina, el asunto de las licencia de conducir siempre ha sido un tema prioritario para gran parte de la comunidad. No tienen acceso a licencias porque no tienen seguro social. La mayoría de las personas involucradas en estas protestas eran mexicanos que trabajaban en el sur de Georgia y se unieron a la campaña de licencias de conducir. Adelina solía pasar los viernes por la tarde, sábados y domingos visitando las comunidades para que la gente se uniera.
“No soy penosa cuando tengo que hablar con la gente”, comparte Adelina. “Entonces me metí a las tiendas, a las lavanderías, a donde estuvieran”.
Amanda dice que hasta el día de hoy sigue impresionada por la audacia de esa acción. “Qué visionario fue, y cuánto le costó a Ade poder organizar a tanta gente. Llevándolos desde el sur de Georgia hasta el Capitolio del Estado en este clima de odio virulento y violencia contra nosotros, especialmente contra los más vulnerables, debido a su situación migratoria”.
UN DÍA EN GEORGIA PARA ADELINA
“La cuestión de la dirección ejecutiva, pues la tomé, porque había la necesidad de hacerlo y lo sigo haciendo”, dice Adelina en nuestra llamada de zoom matutina, “pero lo que me gusta es el trabajo organizativo en las comunidades”.
Justo antes de mi llamada con Adelina, ella acababa de regresar de hacer campaña en el sur de Georgia por tres días para las elecciones de Senadores en enero. Hay trabajo todos los días, las 24 horas del día. Hay mucho que hacer y Adelina suele ser la primera en llegar a la oficina y la última en irse.
“También hay trabajo los sábados y domingos”, dice Adelina, compartiendo cómo estos suelen ser días en los que salen a la calle, a buscar y hablar con la gente.
“No estamos esperando que la gente venga. Si no, pues ¡olvídate!” dice riendo. “Ya me hubieran salido aquí ramas, ¿verdad?”
En Georgia, la policía está siempre detrás de las comunidades Latinas. Adelina nos comparte que las mujeres realmente son las heroínas, las que rescatan a la familia, las que deciden organizarse para continuar. También son las que a menudo tienen más dificultades debido a la gran cantidad de hombres (sus maridos o parejas) detenidos por la policía local. Implica un grave problema para las familias.
“Sabemos que eso tendrá repercusiones graves y fuertes. ¿Verdad?” Dice Adelina. “Por todo lo que significa la separación familiar, tiene implicaciones que duran toda la vida. Es algo que no se está considerando. O al menos, hay quienes lo hablan, pero no con la profundidad y el detenimiento”.
Otro obstáculo es la cantidad de niños en la comunidad que han sido llevados por los Servicios de Protección Infantil (CPS). “Nuestras mujeres tienen que ir a trabajar y a veces dejan a sus hijos con el vecino. Y desafortunadamente, ha sido muy costoso saber que la ley establece las cosas de manera diferente a nuestros países. CPS se ha llevado a muchos, muchos niños, cientos”.
JUVENTUD
“Lo que hemos visto desde hace unos tres años es precisamente la entrada de un ejército de jóvenes hijos de estos inmigrantes indocumentados”, dice emocionada Adelina. Hay muchos padres indocumentados que, como dice Adelina, a menudo se preocupan menos por su propia situación migratoria y se enfocan más en la de sus hijos.
“Creo que son los verdaderos dreamers”, dice, “los padres son los verdaderos dreamers que piensan en un futuro mejor para sus hijos”.
Adelina dice que es hermoso ver a tantos jóvenes que se están uniendo, y está emocionada y esperanzada al ver que más hispanohablantes continúan construyendo poder en su estado.
“Estoy segura de que el liderazgo hay que generarlo con gente más joven. Eso es parte del proceso de transición que tendrá lugar en algún momento”, dice Ade.
PRÓXIMAS ELECCIONES
A principios de este año, los georgianos rechazaron a dos alguaciles de los condados más agresivos con el programa 287G, que permite a las fuerzas del orden locales asociarse con ICE para encontrar y denunciar “inmigrantes no autorizados”. Según Adelina, entre esos dos condados hubo alrededor del 20% de las deportaciones a nivel nacional, además, llevan más de 13 años luchando contra el programa 287G.
Bajo el brazo político recién formado de GLAHR, la Red de Acción 501c4 GLAHR, Adelina fue una de las líderes de la campaña “Tomemos Acción, Obtengamos Poder”, movilizándose contra dos alguaciles en Gwinnett y el condado de Cobb que habían sido fundamentales para hacer, cumplir y promover los programas de 287g a través del estado. La campaña se realizó en asociación con SONG Power y Mijente PAC.
Uno de los alguaciles que lideró los arrestos del 287G fue Lou Solis en el condado de Gwinnett; “Esa es una lección para todos nosotros de que ser latino no necesariamente viene con una conciencia colectiva para ayudar a su propia comunidad o ser sensible a las demandas de su comunidad”, dice Adelina, sobre el historial de Lou Solis.
En noviembre, los georgianos eligieron a los primeros alguaciles Negros en la historia del estado. “Es una gran victoria para nuestra comunidad. Sin embargo, todos sabemos que la pelea no ha terminado”.
En enero, los georgianos votarán por dos puestos de senadores para el Congreso de los Estados Unidos. “¿Y qué significa para nosotros los latinos? Bueno, tiene un significado tremendo y profundo”, dice Adelina,“porque si tienes mayoría en el Senado, crecen las posibilidades de generar los cambios más profundos y duraderos para nuestra comunidad. Aunque eso no es una garantía “.
La comunidad Latina en Georgia con el apoyo de Mijente se están uniendo en torno a los dos candidatos demócratas Jon Osoff y el reverendo Raphael Warnock. El objetivo principal de la campaña “Georgia Con Ganas” es llegar a todos los votantes latines del estado, para que voten en contra de los senadores republicanos que se han beneficiado de la pandemia y ayudar a obtener una mayoría demócrata en el Senado de los Estados Unidos. Es una batalla difícil contra una fuerza republicana profundamente organizada. Incluso los republicanos millonarios de Wall Street han donado miles de millones para proteger los asientos de los actuales senadores republicanos de Georgia, David Perdue y Kelly Loeffler.
“Creemos que este es un momento de oportunidad que podemos aprovechar para impulsar nuestras demandas y creemos que hay un espacio muy pequeño, así que si la puerta se abre aunque sea un poco, ¡por ahí pasamos!”. dice Adelina refiriéndose a la manifestación en torno a los candidatos a Senadores demócratas. “Al contrario de la administración anterior, donde todo, puertas, ventanas, todo estaba cerrado y sellado y no había paso”.
“Ojalá, como decimos aquí, ‘los reyes magos nos traigan la sorpresa de la victoria’ el 5 de enero, que es el día de las elecciones”.
CONSEJOS
Adelina tiene más de 20 años de experiencia en organización bajo la manga y eso trae muchas lecciones. Le pedí que compartiera algunos consejos con los organizadores más nuevos que ya podrían estar experimentando cansancio y desesperanza.
“Cuando somos activistas, trabajamos para muchas personas, pero a veces nos olvidamos de nosotros mismos. Tener un espacio para ir a terapia, para arreglar lo interno, me permite ofrecer lo mejor de mí”, dice. Adelina ha aprendido que cuando está irritable es porque hay algo dentro de ella que necesita atender, y así poder darse tiempo y cuidarse a sí misma mientras hace todo lo que hace.
“Número 2, es que la palabra ‘yo’ generalmente deja de existir y se convierte en el ‘nosotros’. Y no crear una separación entre “yo” y la “gente”, o entre “nosotros” y la gente. ‘Nosotros somos la gente.”
“Número 3, conozco gente aquí que no come por la mañana, que no come hasta las 4 o 5 de la tarde. ¡Desayuna algo, come algo! Quiero decir, no pasará nada si pasas media hora comiendo”. Adelina nos cuenta que es algo por lo que ha luchado mucho en GLAHR; a las doce todos los días, esten haciendo lo que esten haciendo, tienen que parar y comer. “A las doce ya estoy molestando a todo el mundo, ‘ven a comer’, o ‘¿vamos a comer?’ O ‘¿qué vamos a comer?’ Así que eso es todo, al mediodía es comida”.
“Mira, tan sencillo es como respirar profundo, sacar el aire por la boca, pero diariamente darle el espacio a respirar y saber que estás aquí y que perteneces aquí”, dice Adelina, quien ha creado ese espacio para ella misma yendo a terapia durante los últimos 15 años. “Si fuera por mí, les diría a todos que vayan a terapia. Es importante para el bienestar del movimiento, para la salud del movimiento”.
“Ya tenemos tanto trabajo, tanto dolor, tanto sufrimiento ahí fuera. Entonces, ¿cómo podemos aliviarnos? Creo que esta es una forma pequeña y profunda de poder mejorarnos para mejorar el movimiento. Y creo que cada uno de nosotros debe encontrar un espacio para nosotros ”.