Somos pro-Negrxs, pro-indígena, pro-trabajadorxs, pro-mujer, pro-lesbianas, gay, bisexuales, trans y queer, pro-migrante, de todo. Porque poseemos todas estas identidades y porque unirse en contra de la opresión compartida es fundamental para lograr nuestra visión de cambio. No podemos sostenernos y prosperar en aislamiento o dentro de movimientos que exilian a ciertas partes de nuestra comunidad o que esperan que escondamos quiénes somos para poder participar. Somos gente Latinx y Chicanx que quiere ver prosperar a toda nuestra comunidad, unida por medio de una concientización compartida de los retos que enfrentamos y una necesidad profunda del co-desarrollo y la hermandad a través de las identidades, las generaciones, los idiomas y los lugares.
Hemos crecido escuchando que, para salir adelante, tenemos que trabajar duro y no hacer muchas preguntas. Nosotros creemos lo opuesto: mantenemos la cabeza en alto y nos hacemos escuchar. Mijente concentra nuestro poder colectivo a través de campañas, une a nuestra gente a través de una amplia red nacional, y sirve como centro de cultura, aprendizaje, y abogacía.
Nuestros Principios de Unidad
Muchos predicen que, un cambio demográfico vinculado al crecimiento de la comunidad Latinx y Chicanx, provocará un cambio progresista en los Estados Unidos. Pero en Mijente sabemos que la demografía no determina nuestro destino. Creemos que el cambio transformador que necesitamos no es un hecho y viene amenazado por factores externos e internos. La gente Latinx y Chicanx debe organizar, desencadenar, sostener y fomentar los distintos movimientos sociales para asegurar un cambio transformador y combatir las maneras en que se reprime a nuestra comunidad. Entendemos que nuestra liberación está vinculada a la liberación negra, la soberanía indígena, la justicia económica y climática, y otros movimientos de liberación.
Por demasiado tiempo, muchas de las personas que alegan ser líderes de la comunidad Latina y Chicana, se han beneficiado a sí mismas. Han optado por el egoísmo en vez de demostrar valentía y trabajar al servicio de la comunidad que tanto lo necesita. Este problema se ve a menudo en los líderes electos, pero estas dinámicas no se limitan solamente a los puestos políticos. Cuando nuestrxs líderes comunitarios son irresponsables, no comparten información esencial, y/o se cierran a que otros miembrxs de la comunidad también contribuyan, vamos perdiendo confianza. Necesitamos más líderes, no menos. Y aprovechar todas las formas de liderazgo que nuestra gente contribuye al trabajo por la justicia. Nos esforzamos para crear un espacio lleno de líderes, en el cual se comparten los recursos, información, y responsabilidades, y donde prima escucharse los unos a los otros para implementar las sugerencias. Creemos firmemente que Mijente debe mantenerse como un espacio en constante evolución en el cual todos los líderes (nuevos y veteranos) se desarrollan conjuntamente.
Nuestro enfoque de base para crear el cambio se define a través de la organización comunitaria, uniendo a la gente, y sosteniendo esfuerzos colectivos. A veces, sin embargo, en el proceso es natural que nos resistamos a muchos cambios. No podemos negar que la tecnología ha impactado profundamente cómo y con quién nos podemos comunicar, conectar o colaborar. Como resultado, la forma en la que seguimos luchando por un cambio radical también debe evolucionar.
Creemos que nuestras comunidades y esfuerzos de movilización pueden, y deben, utilizar las nuevas posibilidades de la tecnología, sin perder nunca el poder de las conexiones que se dan cara a cara. Creemos que podemos, y debemos, investigar e innovar para encontrar la mejor manera de alcanzar nuestras metas. Estamos dispuestxs a experimentar con distintas formas de colaboración y generar recursos más allá de la filantropía. Necesitamos albergar y alimentar nuestro poder colectivo organizándonos en las redes, en línea, y en la vida real. Debemos seguir creando espacios físicos y digitales para que la gente Latinx y Chicanx se conecte y construya entre sí.
Nuestra meta como organización no es tener la razón o aparecer como el grupo de personas más comprometidxs. Si entendemos que nuestros problemas son arraigados al sistema, también tenemos que reconocer que esos sistemas son complejos y van cambiando constantemente. Existen, también, muchos caminos hacia la victoria que van cambiando. Por eso, nosotrxs tenemos que mantenernos alertas y luchar constantemente por el poder en todos los frentes. Nosotrxs construimos el poder y lo desafiamos a través del trabajo que se realiza fuera, en contra y desde adentro del estado. Con ese espíritu, reconocemos que todxs nosotrxs nos encontramos viviendo y trabajando desde estos sistemas complejos y tenemos diferentes talentos y maneras de aportar a nuestrx movimiento social. Tanto a nivel individual como organizacional, seguiremos contribuyendo a nuestra estrategia de múltiples enfoques trabajando en diferentes campos, especializaciones, y organizaciones.
La palabra “familia” alberga un significado importante que a veces también puede ser doloroso. Nosotrxs no lo tomamos a la ligera y nuestras experiencias nos demuestran que ser una familia puede ser también complicado. Tanto familias de sangre como las familias que elegimos, requieren trabajo en el proceso. Habrán siempre errores y oportunidades crecimiento, lo cual siempre deja un impacto. Todxs somos capaces de causar daño y vulnerables a ser lastimadxs. El conflicto es inevitable y necesario para preservar un diálogo sincero y unión respetando las diferencias. Creemos que, al desarrollar espacios que puedan tolerar desacuerdos, podemos lograr una mayor responsabilidad, resistencia y antifragilidad como conjunto. Por ello, no toleramos las críticas cuyo objetivo es avergonzar, desacreditar y exiliar al otrx, y tampoco entramos en juegos olímpicos con la opresión. Pero esto también significa que no permitimos que las cosas se propaguen internamente. El estado nos ha robado la habilidad de transformar el conflicto en situaciones positivas y sostener relaciones entre nosotrxs en la faz de los problemas intracomunitarios. Por eso creemos que una lucha basada en principios firmes es esencial para mantener nuestra capacidad de autogestión, independencia, y visión a largo plazo.
Vivimos con la complejidad del presente y con lo que hemos heredado. Como todas las personas que algún momento fueron colonizadas, guardamos la doble conciencia de lo que nos han dicho, contrariamente a lo que sabemos que es cierto. La colonización nos ha obligado, a lxs Latinxs y Chicanxs, a acatar valores que van en contra de nuestros propios intereses y, por generaciones, ha fragmentado nuestra identidad. A nuestras futuras generaciones, les debemos hacer un trabajo íntegro de sanación y bienestar colectivo. Parte de este trabajo es desaprender las mentiras que nos han contado, recordar quién es nuestra gente y de dónde venimos, y vivir con el legado del amor radical, la resistencia y la resiliencia de nuestrxs antepasadxs.
“Me involucré en esta línea de trabajo porque estamos siendo atacados. Comunidades inmigrantes, comunidades trans, comunidades vulnerables están siendo atacadas. Por el gobierno y, especialmente, por la administración actual. Y, la mejor manera de luchar contra el abuso, es encontrando un propósito entre nosotrxs mismxs. Ayudándonos lxs unxs a lxs otrxs.”
Nuestras Raíces.
Como dice el dicho: si no estás en la mesa, estás en el menú – o esperan que recojas, cocines y sirvas la cena. Creemos que el cambio que necesitamos no va a suceder si no hacemos algo al respecto.
Nuestra Gente.
Nuestros líderes no son solo pro-latinx, sino también pro-mujer, pro-trans, pro-queer, pro-trabajador, pro-negro, pro-indígena, pro-tierra … porque nuestra comunidad es todo eso y más.