By Kelly Ortiz | Dec 14, 2020

Cabras en Primera Línea: Resistencia trans desde Perú: ENTREVISTA A GAHELA CARI CONTRERAS

A principios de noviembre, Perú estalló con levantamientos en todo el país en respuesta a la inestabilidad política y la violencia constante. ¿Qué sucedió en el último mes y qué podemos aprender de las personas en primera línea? Como parte de esta segunda iteración de Resistencias Más Allá de las Fronteras, hablamos con Gahela Cari Contreras (27), una activista migrante trans indígena nacida en el sur de Perú y radicada en Lima. Gahela es también una de las fundadoras de Nuevo Perú, un movimiento de base de izquierda y se postula para el Congreso el próximo año con el lema “Por una verdadera TRANS-FORMACIÓN de la política en nuestro país”. Si gana, será la primera mujer trans indígena elegida al Congreso en Perú.

Gahela (izquierda) y Prince Malcon sostienen una bandera del orgullo frente a la policía, el 10 de noviembre, foto de xime izquierdo ugaz

EL PANORAMA

“Perú, al igual que varias partes de América, es un territorio que ha sufrido no hace dos meses, no hace cuatro o cinco años”, dice Gahela, “sino que lleva una lucha o una historia de resistencia”.

Nos cuenta que dentro de esta historia siempre ha habido personas que han intentado sobrevivir a pesar de las limitaciones y de la adversidad, en medio de un sistema que contamina y asesina, que genera desigualdades, como la depredación de bosques, envenenamiento de lagunas, aumento del número de niños con plomo en la sangre, el número de feminicidios y delitos de odio que sigue creciendo, el hecho de que el racismo sigue prevaleciendo con total impunidad, y más.

Todas estas desigualdades pueden atribuirse al hecho de que el gobierno y los políticos están elaborando políticas, leyes y regulaciones a puerta cerrada y a su medida. Coordinando proyectos extractivos bajo el disfraz de “desarrollo”, que en última instancia matan los recursos naturales y las personas que trabajan la tierra. Según Gahela, el contexto de la pandemia sólo ha dejado al descubierto los niveles de desigualdad y precariedad y ha hecho visible que “el sueño de un Perú exitoso” no existía.

“Nunca hubo un país caminando hacia el desarrollo. El desarrollo lo tuvieron unos cuantos pocos y éstos han tratado de mantener sus privilegios”, dice Gahela. “Cada vez, la situación se ha agravado hasta el punto de generar una crisis política, económica, laboral, social y ambiental que ha sido imposible de sostener”.

Gahela en el segundo día de protestas, 10 de noviembre de 2020

Nos dice que lo que hemos visto en el último mes ha sido un congreso que ha intentado apoderarse del Poder Ejecutivo y del Tribunal Constitucional para tener todo el poder. “Todo esto por un lado, para quedarse en sus cargos, pero por otro lado también empujar normas y leyes perjudiciales para la población, pero beneficiosos para sus bolsillos”.

Esto ha provocado que los ciudadanos se indignen y salgan a las calles, griten por cambios, para exigir la renuncia de Manuel Merino, ex-presidente del Congreso convertido golpista que asumió el poder gracias al golpe que un grupo de 105 congresistas “asesinos, golpistas e investigados” llevaron a cabo el 9 de noviembre.

“Producto de todas estas movilizaciones, Merino terminó renunciando”, comparte Gahela. “Sin embargo, esto no es más que un pequeño cambio que no va a solucionar la vida de las de las personas indígenas y negras, no va a solucionar la vida de las mujeres, no va a frenar  la violencia de género, la corrupción, la desigualdad, el hambre y la pobreza”.

¿Quién ha tomado las calles? “Casi en su totalidad han sido jóvenes”, comparte, “una generación que estos políticos tradicionales subestimaron”.

Manifestante sostiene un cartel que dice: “Hoy el silencio no es una opción. A mi generación no la harás ignorante o sumisa. #PerúDespierta”. Foto de xime izquierdo ugaz

PRESENCIA LGBTQIA + EN LOS LEVANTAMIENTOS

Gahela nos cuenta que estas protestas han sido diferentes a todas las anteriores porque a quienes más ha visto en las calles ha sido a la juventud y no solo a juventudes heterosexuales, ni juventudes cisgénero, sino a la juventud en toda su diversidad sexual y de género.

Grupo feminista realizando acción de tetazo en jefatura de policía (DIRINCRI) en Lima, foto de xime izquierdo ugaz

“He ido todos los días de las protestas, desde muy temprano hasta muy tarde”, dice Gahela. “Y en medio de las bombas lacrimógenas, en medio del gas pimienta, en medio del abuso policial, he visto a muchas mujeres jóvenes y muchas juventudes LGTBIA, ayudando en medio de todo ese contexto difícil, dando un respiro a quienes se asfixiaban, compartiendo vinagre con agua. mezclado con bicarbonato, ayudando a quienes estaban mal”.

Gahela recuerda haberse acercado a la calle Abancay, la noche anterior a los asesinatos de Inti y Bryan y haber visto a mucha gente asfixiada por las bombas lacrimógenas. “En medio de todo eso vi a dos chicos maricas, dos cabritas, y a una compañera lesbiana con una compañera trans. Y ellos, ellas, elles iban con su botellita de vinagre, con su botellita de agua con bicarbonato y sus pañitos. Y no fue el único día que vi esto”.

Nos cuenta que han habido varios llamados de los movimientos LGTBIA para que personas que representan la diversidad sexual y de género acompañen estas luchas. “Creo que esto nos deja ver cómo cada vez más hay una ciudadanía consciente y parte de esa ciudadanía es LGTBIA que ha estado en las calles, que ha luchado a pesar de que este país y el mundo entero es demasiado injusto con nosotres”, dice Gahela.

“A pesar de que este mundo nos ha tratado de la peor manera; hemos estado ahí para luchar por la igualdad, para luchar por una democracia que no ha terminado de reconocer nuestros derechos”.

Gahela insta a que este hecho debe permanecer como parte de la reflexión y un análisis. ““Porque la democracia no la recuperó solamente la gente cis hetero,” nos cuenta. “La han recuperado también las mujeres, la diversidad sexual y de género. Las personas trans a quienes este país no les permite tener ni siquiera un DNI con su nombre. No nos reconocen ni siquiera nuestra identidad. Hemos sido también nosotras las que hemos salido a luchar con coraje y con alegría”.

Manifestantes LGBTIA en Lima sostienen un cartel que dice: “Me han quitado tanto, que me quitaron el miedo”, foto de xime izquierdo ugaz

Se refiere al hecho de que Perú no tiene una Ley de Identidad de Género que permita a las personas cambiar sus nombres e identidades de género en todos sus documentos oficiales. Ella piensa que es solo cuestión de tiempo, pero que uno de los mayores obstáculos es la barrera financiera.

Según ella, los cambios de nombre y sexo en los documentos oficiales deben darse a nivel judicial. Es decir, tienes que demandar al Estado para que el Estado, a través de un proceso judicial, reconozca que tiene que cambiar toda tu información.

“Y eso tiene un costo y un costo bastante alto. No solo en términos económicos y monetarios, sino también en términos emocionales y psicológicos”, dice Gahela. “Porque nada te asegura que este proceso sea satisfactorio. Puedes terminar con un juez transfóbico que va a decir que no, a pesar de los gastos que hayas hecho, a pesar de lo difícil que es tener que acudir a los tribunales y respaldar el cambio de tus datos”.

En Perú, la ciudadanía está luchando por tener un mecanismo que les permita acceder a los cambios de datos de forma gratuita, rápida y segura. “El derecho a la identidad no es algo que tenga que estar supeditado al bolsillo, a la cantidad de monedas que tengas en el bolsillo”, dice Gahela, “tiene que estar supeditado únicamente a quién eres, ¿no?”

Policía con pintura roja arrojada sobre su escudo. Foto de xime izquierdo ugaz.

CRIMINALIZACIÓN DE PROTESTAS

¿Por qué es tan peligrosa la criminalización de la protesta? Durante las manifestaciones, los medios de comunicación de derecha en Perú han pintado negativamente a les manifestantes. Más recientemente, han retratado a les trabajadores agrícolas que bloquearon las carreteras en la costa norte y sur como “vándalos”, por ejercer su derecho a protestar contra las leyes de agro-explotación. En la última semana, más de 70 jóvenes que asistieron a las protestas de noviembre fueron arrestades durante un supuesto operativo “antiterrorista” del Ministerio del Interior.

“Creo que las protestas han logrado destituir al gobierno usurpador, pero el costo ha sido demasiado alto”, dice Gahela. “Hemos visto decenas de jóvenes heridos, secuestrados, torturados, maltratados, asesinados como Inti, Bryan y Jorge”.

Mural en la calle Quilca de manifestantes protegiéndose con patineta. Crédito de lx artista FABBY. Foto de xime izquierdo ugaz.

La criminalización de la protesta y el abuso policial no es nada nuevo. En Perú, como en la mayoría de los estados-nación, describe Gahela, la policía es un aparato represivo del sistema neoliberal que ha estado asesinando a personas indígenas, a personas afro durante décadas. Un aparato que ha estado violando mujeres en los patrulleros, asesinando sin piedad para imponer proyectos extractivos.

“Lo hemos visto aquí en Bagua, cuando ocurrió el Baguazo”, dice Gahela refiriéndose a la masacre de Bagua en 2009, cuando 32 personas indígenas que protestaban contra el TLC en Perú fueron asesinados por la policía. “Lo hemos visto en Tía María, en Espinar. Lo hemos visto en diferentes partes del país”.

Gahela dice que hay que reflexionar, para hacer justicia por los asesinatos de Inti Sotelo Camargo (23), baleado en el corazón por la policía durante una protesta en Lima el 14 de noviembre, Jack Bryan Pintado (22), baleado con más de 10 balas en la cara y parte superior del cuerpo por parte de la policía la misma noche, mientras desactivaba bombas de gas lacrimógeno que habían sido disparadas contra los manifestantes, y Jorge Yener Muñoz (19), trabajador agrícola a quien la policía disparó en la cabeza hace unos días mientras protestaba por salarios justos y contra las leyes de agroexplotación.

“Gran Altar” colectivo realizado para Inti & Bryan cerca del lugar donde fueron asesinados por policías en el centro de Lima. foto de xime izquierdo ugaz.

“Necesitamos exigir justicia rápida”, dice Gahela. “Porque la justicia que tarda no es justicia. Necesitamos exigir reparación para sus familias, para cada una de las personas que resultaron heridas, secuestradas, maltratadas, personas jóvenes que salieron a luchar por su país, por sus vidas y por las de sus pares”.

La policía históricamente ha violentado a quienes menos tienen, comparte Gahela, a la gente del campo, los trabajadores ambulantes, los trabajadores informales, los comerciantes que están en las calles. Y sin embargo, la policía nunca violenta a las grandes tiendas comerciales, los grandes hacendados o a los dueños de las grandes empresas explotadoras.

“¿Por qué violentan a quienes menos tienen?” pregunta Gahela. “Esto tiene que hacernos reflexionar”.

Manifestantes LGBTIA reparten EPP y suministros para otres manifestantes LGBTQIA en Lima, foto de xime izquierdo ugaz.

RABIA

“Siempre nos han dicho que tener cólera o tener rabia está mal”, dice Gahela suspirando. Reflexiona sobre cómo venimos de una historia de lucha, explotación y persecución.

“Perseguidas por la Iglesia que hoy nos dice que está bien y que está mal. ¿Qué cosa es pecar y que no es pecado? ¿Dónde está la culpa?”, ella dice. “Yo soy una mujer muy creyente y creo en las diosas, en los dioses del amor, del afecto. Yo no creo en un Dios de la culpa. Ese Dios no me representa. Ese Dios no me interesa”.

Gahela comparte que quienes lideran los movimientos anti-derechos y fundamentalistas usan la fe de la mayoría de la ciudadanía para poder difundir su discurso de odio basado en argumentos falsos.

Grafiti en las calles de Lima que dice “El policía no es maricón, es hetero y violador”. foto de xime izquierdo ugaz.

“Tenemos derecho a sentir cólera”, dice Gahela. “No me digan que no tenga cólera cuando asesinan a una de mis hermanas, cuando prendo la tele y veo que han asesinado y han descuartizado, que han quemado a una de nuestras compañeras”.

Según Gahela, a pesar de que continuamente denuncian este sistema judicial, éste no responde a sus vidas y no les permite lograr justicia y reparación.

“No me digan que no lo queme todo cuando veo cómo nos violan y nos matan”, continúa. “Si mañana violan o matan a alguien que conozco o a quien quiero, tengo todo el derecho a pintar las calles, a llenarlas de graffitis, de pintas y arte. Tengo todo el derecho a contar la historia a través de canciones y murales, a descargar mi rabia, mi cólera y mi ira. Porque lamentablemente los medios de comunicación no están dispuestos a tocar lo que pasa en las calles”.

REFLEXIONES

Gahela cree que les peruanes necesitan deshacerse no solo de Vizcarra, de Merino, sino también de toda esa clase política que no les sirve. Ella, como muches otres peruanes, cree que el Perú necesita una nueva constitución, ya que la actual fue redactada en 1993 y es parte de los restos de la dictadura de Fujimori.

IZQUIERDA: Gahela sosteniendo un cartel que aparece en la pared de la DERECHA: pared que dice “Legislan contra el pueblo. Yo desobedezco, así es como cambiaremos nuestra relación con el poder y todo lo demás”. fotografías de xime izquierdo ugaz.

“Esta Constitución [actual] es extractiva, es colonial, es racista y sigue viendo a la salud, la educación como un servicio y no como un derecho”, dice.

También piensa que es imperativo arraigar nuestros movimientos en la interseccionalidad. Movimientos que incluyan a todes. “No estoy dispuesta a entregar mi vida a una revolución a medias”, dice Gahela. “Quiero una revolución que no deje a nadie fuera”.

Finalmente, Gahela dejó algunas proposiciones para todes quienes luchamos en Abya Yala y más allá:

“Yo creo que en este momento tenemos el reto de poder. Mirarnos, encontrarnos, reencontrarnos, abrazarnos. Articular y organizarnos, porque lo que estamos viviendo, es una arremetida. Es una arremetida internacional. Y la respuesta desde las voces disidentes, desde la diversidad étnica, cultural, desde los pueblos del Abya Yala tiene que ser también en ese sentido colectivo, tenemos que abrazar nuestras banderas. Tenemos que reconocer nuestra diversidad. Tenemos que abrazar nuestras luchas y articular nuestros esfuerzos. Porque si la arremetida es continental, la respuesta tiene que ser continental, la respuesta tiene que entrelazar todas nuestras voces y espacios”.

Gahela en Marcha del 25 de noviembre por el Día Internacional de la Eliminación de la violencia contra la mujer.

“Así que creo que hay que seguir organizándonos, hay que seguir luchando, pero sobretodo hay que seguir haciendo pedagogía política, empujando cambios, sentidos comunes y lo principal creo que es amar. Amar con locura, amar con pasión, amar con desprendimiento, ¿no? Y seguir confiando, porque a pesar de que es difícil confiar, creo que es lo más bonito que existe el poder sentirse abrigado, el proteger y sentirte protegida. El poder reencontrarte en los ojos de la otra, del otro, del otre”.

Soy una joven trans, afro andina e migrante. Vivo en Lima, pero nací en el sur del país. Crecí en Ica y tengo orígenes e ayacuchanos cusqueños. Burgueño a y menos. Y ahora estoy en la capital de de de Perú luchando por la igualdad, como lo he hecho desde que era muy pequeña.  

EL PANORAMA

Perú, al igual que varias partes de América, es un territorio que ha sufrido no hace dos meses, no hace cuatro o cinco años, sino que lleva una lucha o una historia de resistencia. 

Y a lo largo de todos estos años ha habido gente que ha tratado de sobrevivir a pesar de las limitaciones de las adversidades, en medio de un sistema que contamina y que asesina, en medio de una estructura que genera desigualdades. Y todo esto ha originado que se constituya un gobierno que construye leyes que nos permita depredar nuestros bosques, contaminar nuestras lagunas e que se incremente la cifra de niños con plomo en la sangre, que la cifra de feminicidios y de crímenes de odio siga creciendo, que el racismo continúe vigente ahí con total impunidad. 

Todas estas desigualdades han sido gracias a que el propio Gobierno y que los propios políticos tradicionales han ido desarrollando con estas políticas hechas en cuatro paredes, lejos de pensar en la ciudadanía, no? 

Y cada vez se ha ido agravando más la situación al punto de generar una crisis política, económica, laboral, social, ambiental que ha sido imposible sostener. No, lo único que ha hecho la pandemia durante estos últimos meses ha sido desnudar la desigualdad y la precariedad en medio de la que vivíamos y nos ha hecho ver que el sueño de El Perú del éxito no existía. No, nunca, nunca hubo un país caminando hacia el desarrollo. El desarrollo lo tuvieron unos cuantos pocos y éstos han tratado de mantener sus privilegios, no? Y para mantener estos privilegios han financiado campañas para llevar al Congreso a los ministerios, gente que termina haciéndoles leyes y normas a su medida.  

Los mineros. Proyectos extractivos a costa de muchas vidas, sobretodo de vidas como de las personas indígenas, de las mujeres, de las personas afron, de las juventudes, desde las personas LGTBI, de las personas con discapacidad.

Y esto ha originado o una una crisis política en la que quienes, estando en el poder en este monumento, terminen entrando en conflicto, no por los problemas por resolver los problemas del país, sino en realidad por atornillar el poder, por permanecer con in impunidad.  

En medio de todo este contexto, y lo que hemos visto hace unos días, ha sido un congreso intentando quedarse en el Congreso, pero además intentando apoderarse del Poder Ejecutivo y a su vez del Tribunal Constitucional para tener todo el poder y poder por un lado quedarse en sus cargos, pero por otro lado también empujar normas y leyes perjudiciales para la población, pero beneficiosos para sus bolsillos y que no tengan otra finalidad más que mantener sus privilegios, no? 

Esto ha originado que la ciudadanía se indigne por lo sucedido y tome las calles, salga a gritar cambios, a exigir la renuncia de Merino, que fue quien asumió el poder gracias al golpe de Estado que ha realizado un grupo de 105 congresistas. 

Asesinos, investigados e golpistas y producto de todas estas movilizaciones, Merino terminó renunciando, sin embargo, esto no es más que un pequeño cambio que no va a solucionar la vida de las de las personas indígenas, no va a solucionar la vida de las mujeres, no va a frenar  la violencia de género, la corrupción, la desigualdad, el hambre y la pobreza. No, lo único que va a hacer es permitirnos respirar un poco. 

Y creo que en medio de todo esto es necesario recalcar que quienes han salido a las calles de manera masiva, en la mayoría de casos y casi en su totalidad han sido jóvenes, han sido adolescentes, ha sido una generación que estos políticos tradicionales subestimaron y eso no hace más que llenar de sentimientos encontrados lo que estamos viviendo en Perú, porque estamos en medio de un avance sostenible de los sectores anti derechos fundamentalistas que de la mano con sectores económicos de la derecha fascista e iban en un crecimiento no de la mano también con con el abuso policial y la criminalización de la protesta.

Y en medio de todo este contexto, has a han sido justamente estas protestas las que han visibilizado el. 

La criminalización de la protesta a la violencia policial, el abuso de parte de los efectivos al punto de poder con. Ver cómo asesinaron a dos personas que lo único que hacían era a dos jóvenes que lo único que hacían era defender sus vidas, la de sus pares, defender el país. No, esto ha conmocionado a la ciudadanía. Sin embargo, creo que ahora nos toca. Continuar con con el reto de seguir movilizando nos de organizarnos para que? Para que toda la indignación no se vaya difuminando, sino que en realidad esta indignación nos lleve a poder empujar cambios de fondo, a poder construir cambios radicales que nos permitan poder solucionar los problemas desde la raíz. Yo personalmente senas personas que creo que no basta con cambios de forma superficiales o componerle curitas a la herida. No necesitamos eliminar la violencia de género, todas las formas discriminación. Necesitamos acabar con ese sistema de corrupción que termina en lo dándonos. 

Necesitamos vacar no solamente a quienes estén implicados en corrupción como Vizcarra, sino en realidad necesitamos vacar a toda esa clase política que demostrar en la práctica, que no le importa a la ciudadanía, que no le importan los problemas que pasa la gente, que no le importa que la gente del campo no pueda vender sus productos a precios justos, que no le interesa lo que vive en el día a día. Las personas de escasos recursos económicos, las trabajadoras informales, las madres solteras, los taxistas, los pescadores o quienes se dedican a trabajar día a día con el único ánimo de poder cubrir la canasta básica familiar. Entonces toda esa clase política tenemos que sacarla y creo que ese es el reto ahora, no luchar para que se pueda canalizar toda esta rabia, toda esta cólera, toda esta indignación que nos llevó a las calles. Y que esto no nos sirva para poder empujar un cambio de Constitución, porque esta Constitución es extractiva, es colonial, es racista y sigue viendo a la salud, a la educación como un servicio y no como un derecho, no? Entonces hay varios retos en este momento. Uno de ellos también es avanzar desde la interseccionalidad, no entendiendo que todas las luchas son necesarias y que no podemos decir bueno, primero avancemos en esto y luego ya, si es que hay tiempo, avanzamos, no avanzamos con todo, porque si no, esta revolución no va a ser una revolución para todos, para todas y para todos. No, si no va a ser una revolución a medias. Yo no estoy dispuesta a entregar mi vida a una revolución a medias. Yo quiero una revolución que no deja a nadie fuera.  

ROL DE COMUNIDAD LGBT EN LEVANTAMIENTOS

Estas protestas han sido distintas a todas las anteriores? Porque lo que más hemos visto en las calles han sido juventudes y no juventudes heterosexuales nada más, ni juventudes cis géneros ni hombres jóvenes heteros cis, no? Si no en realidad hemos visto juventudes en toda su diversidad.

Yo he ido todos los días de las protestas, desde muy temprano hasta muy tarde, y en medio de las bombas lacrimógenas, en medio de los gases, en medio del abuso policial, he visto muchas mujeres jóvenes y muchas juventudes LGTBI, juventudes de la diversidad sexual y de género, ayudando en medio de todo ese contexto tan difícil, dando respiro a quienes se asfixiaban, compartiendo vinagre con agua mezclado con bicarbonato, asistiendo a quienes estaban mal. 

Recuerdo la noche anterior al asesinato de Ínti y Bryan cuando me aproximaba hacia Abancay y habian muchas, muchas personas asfixiándose cerca a donde estabanlas bombas lacrimógenas. Y en medio de todo eso vi a dos chicos maricas, dos cabritas. Y a una compañera lesbiana con una compañera trans. Y ellos, ellas, ellas iban con su botellita de vinagre, con su botellita de agua, con bicarbonato y sus pañitos. Y a todo, a todas las personas que estaban corriendo o estaban asfixiándose o se tiraban al suelo. Iban y les pasaban los pañitos húmedos con estas sustancias que neutralizan las bombas lacrimógenas. No, y no ha sido el único día que he visto esto. 

Ha habido convocatoria de parte de del movimiento LGTBI de la diversidad sexuales y de género auto convocatorias para poder acompañar estas luchas. Entonces, esto creo que nos deja ver cómo cada vez más hay una ciudadanía consciente y parte de esa ciudadanía es LGTBI que ha estado en las calles, que ha luchado a pesar de que este país y el mundo entero es demasiado injusto con nosotres, a pesar de que este mundo no se haya tratado de la peor manera, hemos estado ahí para luchar por la igualdad, para luchar por una democracia que no ha terminado a reconocernos derechos.  

Hemos estado alzando nuestras voces, juntando nuestros latidos, acurrucando nuestros corazones, defendiendo este país, defendiendo la democracia, aún cuando hemos recibido un trato injusto a lo largo de toda nuestra vida. Y creo que esto no puede perderse ni desvanecerse, sino que tiene que formar parte de una historia escrita. Tiene que quedar como parte de la reflexión y un análisis, porque la democracia no la recuperó solamente la gente cis hetero. La han recuperado también las mujeres, la diversidad sexual y de género. Las personas trans a quienes este país no les permite tener ni siquiera un DNI con su nombre. No nos reconocen ni siquiera nuestra identidad. Hemos sido también nosotras las que hemos salido a luchar con coraje y con alegría.  

Creo que es cuestión de tiempo, no creo que es cuestión de tiempo porque lamentablemente, pero es un país muy clasista, no? Y lo que ha originado todo este clasismo es que los cambios de nombre y sexo en los documentos se tengan que dar a nivel judicial. Es decir, tienes que demandar al Estado para que el Estado, a través de un proceso judicial, reconozca que tiene que cambiar todos tus datos, no? Y eso tiene un costo y tiene un costo bastante alto. No solamente en términos económicos y monetarios, sino también en términos emocionales y psicológicos. Porque nada te da seguridad de que este proceso sea satisfactorio. Puedes terminar con un juez transfóbico que te va a decir que no, a pesar de los gastos que hayas hecho, a pesar de lo difícil que es tener que ir a un juzgado y sustentar el cambio de tus datos no?  

Y no todas las personas pueden acceder a estos cambios, porque el, como lo decía, es sumamente costoso en términos económicos, pero también en términos emocionales.

Aquí nuevamente nos atraviesan las cuestiones de clase, no? Porque quiénes son las que se cambian de nombre y las personas que tienen para poder costear un psicólogo, para poder costear un abogado o para poder pagar las tasas judiciales, etcétera, etcétera, etcétera. Cuando el derecho a la identidad no es algo que tenga que estar supeditado al bolsillo, a la cantidad de monedas que tengas en el bolsillo, no tiene que estar supeditado únicamente a quién eres, no?  

Así que, como bien dice xime, estamos luchando para poder tener un mecanismo que nos permita acceder a los cambios de datos de manera gratuita, rápida y segura, no?  

CRIMINALIZACIÓN DE LA PROTESTA 

Por qué es tan peligrosa la criminalización de la protesta? Es curioso como en estos últimos días y tras estas protestas contra Merino y contra el Congreso golpista y asesina, eso ya visibilizado la criminalización de la protesta. Sin embargo, e. 

Creo que las protestas han logrado destituir al gobierno usurpador, pero el costo ha sido demasiado alto. Hemos visto decenas de jóvenes heridos, secuestrados, torturados, maltratados, asesinados como Inti y Bryan. Pero la criminalización de la protesta y el abuso policial no es nada nuevo. La policía es un aparato represor del sistema neoliberal que viene asesinando hace décadas, hace décadas, a personas indígenas, a personas afro. Que viene violando a mujeres en los patrulleros, asesinando sin piedad para imponer proyectos extractivos. Lo hemos visto aquí en Bagua, cuando ocurrió el Baguazo. Lo hemos visto en Tía María, en Espinar. Lo hemos visto en distintas partes del país. Y hasta hace muy poco, no éramos conscientes del daño que ocasiona la violencia policial. 

Creo que esto tiene que hacernos reflexionar. Pero teniendo claro que no basta con lamentar los asesinatos de Inti, de Bryan, de Jorge. Sino que implica exigir justicia y exigir justicia rápida. Porque la justicia que tarda no es justicia, y más allá de la justicia, exigir reparación para sus familias, para cada una de las personas que resultaron heridas, secuestradas, maltratadas, personas jóvenes que salieron a luchar por su país, por sus vidas y por las de sus pares, que hoy no van a poder trabajar porque han quedado sin poder caminar. 

Y más allá de todo esto, implica también empezar a plantear cambios en esa policía desde su proceso formativo o no? O sea, necesitamos una policía que se forme con un enfoque de género, que se informe con un enfoque antirracista, que se forme desde un lado social y no desde un ámbito netamente.  

La policía históricamente ha violentado a quienes menos tienen, o a la gente del campo, a los trabajadores ambulantes, a la a los trabajadores informales, a los comerciantes que están en las calles, pero no violenta, a las grandes, a las grandes tiendas comerciales. 

No violenta a los grandes hacendados o a los dueños de las grandes empresas explotadoras. Entonces, ¿por qué está violentando a quienes menos tienen? Esto tiene que hacernos reflexionar.

 y creo que hay que plantear cambios como como decía, cambios en el proceso formativo que impliquen un enfoque de género. Cambios también en su remuneración para que puedan tener sueldos dignos y no tengan que darles servicios privados a las mineras, a los bancos, a las grandes empresas, que son justamente las empresas que terminan. Impactando en nuestras vidas que terminan ejerciendo violencia contra nosotras, contra nosotros, contra nosotras. Empresas que terminan explotando, no? Y lo tercero, que creo que también es fundamental, es que tenemos que eliminar la e, la, las no grupos ternas y la ley, debatí. Yo no sé si sepan qué cosas son los grupos terro en grupos terras. En realidad son policías vestidos de civil revestidos con ropa de calle no común, usual, no con uniforme. Pero qué hacen estos estas tiernas en estos grupos ternos en las marchas? Pues cargarse gente que está protestando de manera pacífica y sembrarlo cosas. 

O sea, chapar gente inocente. Detenerla in culparla.  

Y esto es algo totalmente injusto, hoy está documentado cómo varios grupos de ternas a se han cargado a gente inocente como eh. Entre los grupos eterna había efectivos que disparaban al aire o que incitaban a quienes estaban protestando de manera pacífica a ejercer violencia y a destrozar cosas para poder sembrar justamente la criminalización de la protesta, para poder justificar la violencia policial. Entonces hay que generar todas estas reformas de fondo. Una. Necesitamos un cambio radical porque no podemos cendra. No podemos seguir teniendo una policía que asesina y que no ha empezado a asesinar hace dos, tres, cuatro o cinco días, o hace una semana o dos semanas, sino que viene asesinando hace décadas.  

Sí, muchas gracias. Y.  

 Entonces, como? Sólo para aclarar estos grupos ternas, dijíste son como grupos, como informal, informales, como no institucional, como el cover cups A y son parte del aparato policial cita a aquél se ve claro, parte del aparato policial, eh? Según él, no es seguro porque se llama interna. 

 Pero lo que sí sé es que. E Es un legado de Daniel Urresti cuando estuvo en el cine, en el Ministerio del Interior, niГo restes un político acusado de de violar y de asesinar y que actualmente está en el Congreso y está postulando a la Presidencia. Casualmente también es uno de los golpistas e Thomann. Sí, entonces es delegado De Urresti, no de alguien que cree que que la fuerza y el abuso policial al servicio de la mina, de los bancos, de las grandes empresas e sirve para poder mantener sus privilegios. 

CONGRESO

Entonces yo creo que parte de. De las cosas que hemos venido haciendo implica también reflexionar sobre la participación política, no? Yo lucho desde que era muy pequeña crecien en medio de la arena, el esteras o hija de padres campesinos, de dirigentes sociales. Yo he abierto los ojos en medio de la lucha, he visto como mi madre iba a las carreteras para poder luchar por un precio justo para. Toda la gente en el campo que se dedicaba a la agricultura, pero los campesinos y las campesinas, y desde pequeña he luché contra la explotación laboral infantil, contra la trata de menores en la escuela. Formé parte del movimiento niños, niñas a los ex trabajadores en la universidad, seguir luchando por las reivindicaciones estudiantiles universitarias. Continué en el dentro de los movimientos animalistas, ecologistas, feministas de la diversidad sexual y de género. Y. Durante mucho tiempo.  

Dedicaba mi vida a la incidencia, a poder convencer a los tomadores de decisiones. Sin embargo, hace más o menos seis años, cinco o seis años decidí. Hacer política partidaria, porque política sí, hace muchísimo tiempo, de hecho, mi cuerpo político y la visibilidad es mi principal herramienta. Sin embargo.

E decidías a política partidaria porque estaba cansada de quienes estaban en los espacios no se toman decisiones y estaba cansada de tener que salir aún a de tener que salir a convencer a alguien más, no siempre tener que comencé a a los congresistas, a los ministros, a los ministros, a los directores de tal ministerio, a los gobernadores, a los alcaldes urgidos de implementar algo que estábamos proponiendo. Entonces dije porque tenemos que es dedicar toda nuestra vida a convencer al resto y por qué no podemos ser nosotros, nosotras y nosotras las que estemos ahí donde se toman decisiones? Por qué no podemos ser nosotros los que construyamos políticas públicas desde nuestras vivencias, desde nuestros sentires? Porque somos finalmente quienes vivimos las consecuencias de este sistema corrupto, de este sistema desigual. Somos nosotros quienes sobrevivimos el miedo de la violencia, la discriminación, el racismo. Y comencé a ver no que partido postu, en que partido uet. En ese entonces ni siquiera estaba pensando postular, en ese entonces estaba pensando solo en militar. Comencé a ver en qué partido podía empezar a militar y ninguno de los que estaba y que conocía hasta ese entonces me llamó la atención. De hecho todo despertaba, me despertaba repulsión y decidí juntarme con un grupo de gente que al igual que yo quería cambiar de país, quería empujar cambios de fondo. Y a lo primero que hicimos fue apoyar la candidatura de Verónika Mendoza, una joven izquierda que había luchado por las personas LGTBI, por las mujeres, por las agendas feministas Jans LGTBI. Desde la izquierda rrano y yo tenía muchos prejuicios con la izquierda en ese entonces, pero motivada por por lo que ella representaba. Inicié mi mi actividad política partidaria y esto nos llevó a luego a construir o a fundar el Nuevo Perú, que es mi primer espacio político partidario. Antes he estado en otras organizaciones políticas como sembrar como Frente Amplio, pero recién el Nuevo Perú es el partido político que fundo, no? Junto con Verónika Mendoza y otros compañeros, compañeras, compañeros valiosos. Y en medio de todo este contexto, luego de varios años de construcción del partido, que ha sido bien complicada diving desgastante, porque nueve, dos años hemos tenido que lidiar no solamente hacia afuera, sino también hacia adentro. Con el machismo, el racismo, la violencia y los prejuicios a la interna del propio partido no habían, por ejemplo, al inicio, militantes, compañeros, compañeras, compañeros valiosos que decían que hay algo más importante que la agenda LGTBI o que la agenda feminista? No, que es más importante.  

Eh? Hacer pedagogía, no? Y. Es realmente?  

Es realmente lindo Vergo, como a lo largo de todos estos años, hay cambios enormes en la militancia que ha permitido que hoy eh gran parte de la militancia, no toda la militancia, pero unas empar de la militancia interiorice nuestras agendas y las asuma como propias. Y en medio de todo esto, el año pasado nosotros impulsamos el cierre de Congreso porque estábamos cansados de un Congreso que hacía casi, casi lo mismo que todas estaba haciendo este acto al Congreso, no? Entonces logramos cerrarlo gracias también a la movilización ciudadana. Y esto? Abrió un nuevo escenario, no provocó que hayan elecciones complementarias y en medio de todo ese camino hubo hubieron muchos fusiono mientras el partido en el que yo me encuentro que. Originaron renuncias de compañeras, compañeros valiosos. Sin embargo había una necesidad de seguir disputando por esos espacios y en medio de todo ese camino, mi partido me. Propone ser parte de la lista congresal.  

Y yo, siendo bien sincera, yo estaba dispuesta a subir en algún momento, pero no esperaba que sea tan pronto. No, no, no pensaba estar en una lista congresal tan pronto, no?  

Pero al mismo tiempo entendía que era una necesidad, porque los anti derechos. Estaban en todas las listas. En muchas de ellas encabezando las y venían de un proceso como el de Bolivia, en el que los anti derechos nos demostraban como vinculándose al sector económico, a los grandes empresarios, eran capaces de dar un golpe de Estado. Y eso pesó mucho al momento de decidir entre participar y no participar en la lista. No, porque no dependía de mí, sino lo que yo hiciera. También iba a depender en la vida de mis padres. Así que decidí aceptar esa propuesta y empecé a hacer campaña de la nada, porque no teniendo recursos económicos, logísticos e. Era como cuando te avientan a la piscina sin. Sin saber nadar, no? Pero creo que en el camino encontramos mucha gente valiosa que comenzó a creer en nuestra propuesta y que lo dio todo. Gente que sin ningún tipo de interés, sumo aportes económicos, aportes logísticos, pero sobre todo afectos. En esta campaña que construimos desde lo colectivo. 

Fue una campaña marcada de mucho afecto, de de mucha violencia también, porque sufrí mucha violencia en todo ese contexto electoral. Pero creo que valió la pena porque logramos poner cosas sobre la mesa que nadie más estaba dispuesta a poner. Fui la única candidata que habló sobre la despenalización del aborto en todas las causales, a pesar de que por ahí me dijeron que el Perú no estaba preparado para eso todavía o que aún no era el momento. O que eso me iba a restar votos, que nadie más lo iba a hacer. Y efectivamente, ningún otro candidato ni ninguna otra candidata salió a poder proponer la despenalización del aborto en todas las causales. Y yo lo hice porque creo en eso y porque para mí es una apuesta de vida, no? 

Como también defendí la ley integral tras la Ley de Educación Sexual Integral y junto a otras iniciativas legislativas, una reforma de género que ponga al mismo nivel de preocupación la reforma de género con la reforma política y la reforma económica para dar la misma importancia. No, porque normalmente se habla sobre la reforma política y hay que centrar toda nuestra atención en la reforma política. No hay que centrar toda nuestra atención, la reforma económica y si es que hay tiempo, tratamos los temas de género. Entonces mi propuesta se basaba en poner eso por encima de la mesa con igual importancia y salimos a decirlo con toda claridad. Salimos a enfrentar los discursos basado en argumentos falsos de los anti hechos, a alertar como los anti derechos no significaban una amenaza solo para la vida de las mujeres y para la vida de las personas, de la diversidad sexual y de género, sino que en realidad representaban una amenaza real para la democracia, una amenaza real para el país y para el mundo entero.

Así lo habían demostrado en Bolivia, donde no dudaron ni un momento en poder expectorante el racismo y efectuar un golpe de Estado dañando la vida de las personas indígenas, afectando la democracia, menoscabando a un país entero, no? Eso nos deja ver la real amenaza que significaban los anti derechos. Y creo que funcionó porque ninguno de los Auntie de los anti derechos que estaban postulando al Congreso y que iban como favoritos, logró entrar al Congreso o logró tener una buena votación? No. Y eso nos dejó muchos aprendizajes. Estuvimos muy cerca de pasar la valla electoral. De hecho, si hubiéramos pasado la valla, es muy probable que yo sea en este momento congresista. No, pero creo que creo que la Pacha es sabia y nos nos está agarrando para un reto mucho más grande y mucho más importante. Así que hoy estamos volviendo a poder seguir con ese proceso de disputa en el que. Vuelvo a postular a las elecciones congresales de mi país para poder intentar no sólo tener un espacio en ese Congreso, sino en realidad empujar cambios de fondo, porque el objetivo no es llegar al Congreso. El objetivo es cambiar el país, es poder seguir con una revolución feminista decolonial, antirracista. El objetivo es construir un mundo distinto, libre de miseria, libre de pobreza y libre de explotación. Llegar al Congreso es tan solo un logro más en el largo camino, porque implica que adentro va a haber mucha lucha, mucha disputa o mucho debate, mucho análisis para poder empujar cambios, no? Así que yo creo que hubiera sido imposible seguir sin sin el apoyo de la gente, de la ciudadanía, de las personas que están comprometidas con este proceso de disputa. 

CONSEJOS

Yo creo que en este momento tenemos el reto de poder. 

Mirarnos, encontrarnos, reencontrarnos, abrazarnos.  

Articular y organizarnos, porque lo que estamos viviendo, es una arremetida. Es una arremetida internacional. Y la respuesta desde las voces disidentes, desde la diversidad étnica, cultural, desde los pueblos del Abya Yala tiene que ser también en ese sentido colectivo o no, tenemos que abrazar nuestras banderas.  

Tenemos que reconocer nuestra diversidad. Tenemos que abrazar nuestras luchas y articular nuestros esfuerzos. Porque si la respuesta es a nivel continental.  

Si el problema y la arremetida es continental, la respuesta tiene que ser continental, la respuesta tiene que entrelazar todas nuestras voces y espacios. Así que creo que hay que seguir organizándonos, hay que seguir luchando, pero sobretodo hay que seguir haciendo pedagogía política, empujando cambios, sentidos comunes y lo principal creo que es amar. Amar con locura, amar con pasión, amar con desprendimiento, no?  

Y seguir confiando, porque a pesar de que es difícil confiar. Creo que es lo más bonito que existe el poder sentirse abrigado, el proteger y sentirte protegida. El poder reencontrarte en los ojos de la otra, del otro, del otre. No?

RABIA

Siempre nos han dicho que tener cólera o tener rabia está mal. Y yo creo que no. Yo creo que es normal tener rabia y tener cólera y estar indignados por todo lo que pasa, porque venimos de una historia de lucha, una historia en la que nos han explotado, en la que se han adueñado de nuestras tierras, en la que han violado a nuestras ancestras, en las que han asesinado a las mujeres que curaban acusandolas de bruja o quemando a las personas la diversidad sexual y de género. Perseguidas por la Iglesia que hoy nos dice que está bien y que está mal. ¿Qué cosa es pecar y que no es pecado? ¿Dónde está la culpa? ¿Dónde está la culpa? Yo soy una mujer muy creyente y creo en las diosas, en los dioses del amor, del del afecto. Yo no creo en un Dios de la culpa. Ese Dios no me representa. Ese Dios no me interesa.  

Yo no creo en alguien que ponga culpas sobre nuestros cuerpos. No creo que el miedo de todo ese contexto hay que disputar también las espiritualidad. Porque quienes hoy lideran los movimientos anti derechos y fundamentalistas usan la fe de la mayoría de la ciudadanía para poder esparcir sus discursos de odio basado en argumentos falsos. Cuando la espiritualidad de la gente va más allá de una iglesia o más allá de una cruz. La fe de las personas va más allá de la culpa. Y hay que recuperar esos sentidos comunes para que la ciudadanía pueda también liberarse sin tener que dejar la espiritualidad a un costado o no, sino hay que encontrar formas de cómo reivindicar esa espiritualidad desde el amor y desde los afectos. 

Y hay que hacerlo también desde un. 

 Que aprende y desaprende todo el tiempo, no? 

Tú y yo no somos las mismas de hace cinco o diez años. No hemos cambiado mucho. Hemos cuestionado un montón de cosas. Hemos aprendido a ver cosas que antes no observábamos o no notaban a simple vista. Porque lamentablemente nos han educado para avergonzarnos, para callarnos, para guardar silencio. 

Nos han educado para avergonzarnos de nuestro color de piel, de nuestra sexualidad, de nuestras raíces. Nos han educado para alizarnos el cabello, para usar cremas, ponernos sombras y no para gusto nuestro, sino para poder seguir con mandatos sociales, para poder seguir con los cánones cis hetero patriarcales, no? Entonces yo creo que hay que liberarnos y hay que darle la vuelta a toda esa educación de la culpa rato, esta educación del castigo a toda esta educación para avergonzarnos de quiénes somos, de nuestro, de del color de nuestra piel no? Y empezar a reeducarnos sobre la base.  

El amor de la alegría, del coraje, pero también de la rabia, de la indignación, de la cólera. Porque tenemos derecho a sentir cólera, tenemos derecho a estar rabiosas y furiosas. No me digan que no tenga cólera cuando asesinan a una de mis hermanas, cuando prendo la tele y veo que han asesinado y han descuartizado, que han quemado a a una de nuestras compañeras. No me digan que no tengo que sentir cólera y rabia cuando todos los días veo como los casos de violencia, de género, de discriminación y de racismo siguen manteniéndose en impunidad. Como a pesar de que denunciamos este sistema judicial, no responde a nuestras vidas y no nos permite alcanzar justicia y reparación. 

No me digan que no lo queme todo cuando veo como nos violan y nos mata. Si mañana. 

Violen a alguien que quiero matar a alguien que quiero. Tengo todo el derecho pintar las calles a llenar de graffitis, de pintas, de arte. Las paredes, al contar la historia a través de canciones y de murales, tengo todo el derecho a descargar mi rabia, mi cólera y mi ira, a poder contar también nuestra historia a través del arte de la música, a través de los murales, a través de la pintura, a través de todos sus sonidos alternativos. Porque lamentablemente los medios de comunicación masivos no están dispuestos a tocar lo que pasa en las calles.  

No sé. Yo creo que sí. Creo que lo principal es hacer un. Un llamado a. A poder organizar la la rabia y la ira, a concluir cosas, no a por lo que pasa es que yo creo que por lo menos aquí en Perú la época del 2000 estuvo marcada también de muchas luchas por parte de nuestros abuelos. Tíos, padres, hermanos, hermanas, mayores. Y producto de esa lucha se logró destituir a Fujimori. Del carro. Pero no acabamos con el fujimorismo porque los fujimoristas se reciclaron en otros partidos, se cambiaron de camiseta, ingresaron a poderlo postular con otra inscripción, se quedaron en espacios de poder, espacios decisivos a cargo del Banco Central de Reservas, de una Gobernación, de una regiduría dentro de los distintos ministerios.  

Y continuaron haciendo del país. 

Todos los desmanes posibles, no en esta oportunidad. También hemos logrado destituir a Merino. Pero ahí no acaba la cosa. No creo que tenemos que ser conscientes de que no basta con hacer que Merino renuncie a la presidencia, sino que es necesario continuar empujando cambios profundos. Es necesario construir una nueva Constitución. Es necesario emprender un proceso que nos permita garantizarle derechos a todas las ciudadanía y entender además la alianza que existe entre el patriarcado y el capital. Porque normalmente se subestima mucho la lucha de las compañeras feministas, de las mujeres feministas y nos llaman liberales o nos dicen que estamos atendiendo una agenda imperialista. 

Pero en la práctica el feminismo no es único en hoy. Efectivamente, hay nistas liberales que son capaces de convivir con el sistema y quieren ponerle simples parches a los problemas del país y del mundo entero. Pero no son todas las feministas no feministas. Hace muchísimo tiempo que luchan por poder acabar, no con común con un problema si no luchamos por destruir este sistema capitalista patriarcal extractivista. Por qué?  

Porque no hemos entendido antes que muchos hombres cisgénero, transexuales, que el problema no es sólo el capitalismo, ni es sólo el patriarcado que actúan en su conjunto y que hay una alianza criminal entre el patriarcado y el capital que termina generando la imposición de modelos de familia tradicional. Por qué el capitalismo a través del patriarcado impone estos modelos de familia tradicional? Por qué necesitan?  

Una familia en la que haya una mujer que críe a los hijos, a las hijas de manera gratuita, a través del trabajo doméstico no remunerado. Invisibilizado para qué? Para que estos niños y estas niñas sean más adelante. La mano de obra barata en las fábricas, en los bancos, en las minas. Que les permita seguir manteniendo sus privilegios a quienes más tienen.  

Esa es la base de el capitalismo.

El ver a las mujeres como aparatos de reproducción, como máquinas de hijo o como máquinas de mano de obra barata, porque estos hijos se van a convertir en mano de obra baratas al no tener oportunidades educativas, laborales y van a terminar siendo serviciales al capitalismo, no? Por eso se niegan a reconocer todas las familias o a reconocer que las personas del mismo sexo se aman, o que las personas nos amamos más allá de nuestros genitales, porque somos personas amando. Personas se niegan a reconocer la existencia de familias diversas a lo largo y ancho del mundo entero, porque no les conviene, porque el acaba con el negocio del capitalismo, porque el simple hecho de poder reconocer todas las familias hace que el modelo único familia tradicional.  

Ya no tenga toda la atención que tiene ahora y además rompería con el esquema de que hoy tiene que haber una mujer en la casa que trabaje de manera gratuita o que entregue su vida para la crianza de la futura mano de obra barata.  

Y entonces, bajo ese sentido, desplomar el el patriarcado es también desplomar el capitalismo. Y creo que en ese contexto hay que entender por qué incluso la lucha a las mujeres por decir sobre sus cuerpos también es tiene una cuestión de clase. No, las que tienen dinero pueden pagarse una clínica o viajar al extranjero y regresar como si se hubieran hecho un curso, o como si hubieran ido a estudiar a un curso y venir como si nada. Pero las pobres, las que no tienen para poder irse a una clínica o pagarse un pasaje de avión, mueren desangrándose en una mesa en las peores condiciones, no? Y si no mueren, viven para irse a un hospital, a una cárcel o en el peor de los casos, a un cementerio.

Eso es cualquier cosa menos democracia. Así que hay que empezar a cuestionar la democracia que queremos, porque esta democracia que tenemos aquí en Perú es cualquier cosa menos algo que necesitemos, porque ha sido esta democracia la que ha permitido tanta corrupción. Ha sido esta democracia la que permite que haya empresas que obliguen a sus trabajadores y trabajadoras a poder laborar más de catorce, dieciséis horas diarias gracias a las normas aprobadas por las autoridades que han llegado al poder, justamente con campañas financiadas, curiosamente por estas empresas. Esa es la democracia que tenemos en este momento y que no se me antoja respetar, porque yo creo que nos merecemos una democracia real, plena y efectiva. 

Nos merecemos una Constitución del Bicentenario distinta que nos permita garantizar derechos.

Para toda la ciudadanía.  

Pero no sólo para toda la ciudadanía, sino también derechos para la naturaleza. Derechos para los animales. Derechos para el mundo entero y todo aquello que nos rodea. Así que hay grandes retos. Y lo importante en medio de todo esto es ver cómo asumimos nuestra cuota de responsabilidad en medio de todo esto, a pesar de que es difícil y complicado. Tenemos una responsabilidad para con nuestras vidas y la de nuestros pares para quienes vienen en camino. Yo siempre digo que yo no voy a poder hacer nada para recuperar la niñez, la adolescencia y parte de la juventud que me arrebataron lo que viví con transfobia. No, nadie me va a poder regresar los 15 años y voy a poder salir con un vestido a celebrar mis 15 años, como la mayoría de las de las mujeres, celebraba sus 15 años aquíno.  

Pero si puedo luchar para que esa niñez tramps que está creciendo, para que esa adolescencia trans pueda algún día ir a su escuela con el uniforme de acuerdo a su identidad de género, o que pueda festejar su cumpleaños como le da la gana, o que pueda ir con una ropa de acuerdo a su identidad de género para la graduación de su de su primaria, de su secundaria o de su carrera profesional. 

Es ahí paso hacia donde apuntamos. Es ahí por lo que luchamos. Ese es el motivo por el que nos levantamos todos los días en la cama, muy temprano, y dejamos todos los dolores de colchón porque tenemos claro que lo que está por venir es realmente esperanzador. Motivador. Porque estoy segura que tarde o temprano el amor vencerá. 

[parte de la serie: RESISTENCIAS BEYOND BORDERS de Ebony Bailey y xime izquierdo ugaz en colaboración con Mijente]

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